Son varios los mitos que rondan en torno al zoológico Villa Dolores, siendo claros, algo intermedio entre mitos y mentiras promovidas conjuntamente por la Intendencia de Montevideo y las mismas autoridades del zoológico.
Mitos-mentiras que cumplen la función de justificar el encierro para poder mantener el negocio con el cual varios personajes tienen cargos que les permiten tener una vida de lujos mientras otros viven aislados. Ninguna sorpresa, el negocio del encierro requiere de estos mecanismos para funcionar. En las siguientes líneas iremos derrumbando estos mitos uno por uno.
Educación.
La gran herramienta que posee el zoológico centrada en la educación son un montón de carteles que acompañan las jaulas de cada animal con un par de datos que en realidad no dicen casi nada, una buena parte de ellos está ocupada por propaganda de empresas y todavía están deteriorados por el tiempo, por lo que apenas se entienden.
Los animales, entonces, son observados sin aprender casi nada sobre ellos, entonces, ¿qué se aprende en el zoológico Villa Dolores además de un poco de información sobre la vida de las diferentes especies? En realidad lo que se está aprendiendo es a normalizar el encierro. Además, ¿cambiaría algo si los carteles realmente brindaran información útil o si hubiera algún profesional encargado de dar datos sobre los animales?, ¿qué cambiaría si igual seguirían habiendo animales encerrados?
Hay ciertos códigos y valores implícitos en un paseo cuyo atractivo principal se basa en observar a los demás animales como si fueran piezas de una colección. Códigos, valores y ciertas actitudes, como por ejemplo, indiferencia y naturalización de la idea de que los demás animales son objetos y entretenimiento.
¿Educar para qué?, sería la primera pregunta que tenemos que hacernos. El zoológico no sólo niega la libertad de los demás animales y los transforma en objetos, sino que además, lo naturaliza y lo normaliza. Entonces la respuesta es obvia, educa para un mundo en el que la vida se considera mercancía.
Conservación.
Son realmente pocas las especies que se encuentran en peligro de extinción en el zoológico Villa Dolores, entre ellas están: el puma, el jaguar, el venado de campo y algunas aves. No es necesario hacer un análisis muy profundo para entender entonces que los demás animales están allí simplemente para ser expuestos.
Igualmente ninguna de las especies a las que se les aplican programas de conservación son reinsertadas en sus hábitats naturales, lo más normal es que las crías sean canjeadas por animales de otros zoológicos.
La conservación en el zoológico Villa Dolores, entonces, simplemente reproduce el ciclo de la explotación, crían animales que más tarde van a terminar siendo parte de su espectáculo o que van a funcionar como moneda de cambio con otros zoológicos. Los canjes son sumamente normales entre los zoológicos y aunque no haya dinero de por medio es otra forma de comercialización.
Investigación.
Las investigaciones del zoológico Villa Dolores se centran básicamente en dos puntos: el primero, investigaciones sobre prevenciones de enfermedades e intervenciones quirúrgicas; el segundo, investigaciones relacionadas con la conservación de especies.
Lo irónico es que se jactan de la asistencia, las prevenciones de enfermedades y las intervenciones quirúrgicas que han logrado los veterinarios y no dudan en mencionarlo como uno de los grandes logros y éxitos del zoológico cuando en realidad eso es parte de lo mínimo que tendrían que brindarle a los animales que ellos mismos tienen cautivos.
El segundo punto se centra en las investigaciones necesarias para conservar las especies, por ejemplo, todo lo relacionado a los estudios que hay que llevar cabo para lograr una mejor reproducción de los animales. Y esto es inevitable relacionarlo con el punto anterior, ¿investigar para qué?, ¿investigar cómo conservar animales que después van a terminar encerrados en otros zoológicos como parte de una colección?
La investigación del zoológico Villa Dolores no es más que la investigación de mejores métodos para preservar el encierro.